Nueva Opción - Asociación de Daño Cerebral Adquirido de Valencia conmemora su 25 aniversario con la exposición “Soy yo – 25 ilustraciones en torno al DCA”.
La muestra estaba prevista para 2020, pero la pandemia obligó a su retraso. Ahora, un año después, va a ver la luz gracias a la colaboración de Bombas Gens y Fundació Per Amor a l’Art.
La exposición tiene como objetivo visibilizar, desde la mirada artística, el Daño Cerebral Adquirido (DCA), que es ya la primera causa de discapacidad permanente en España, con más de 500.000 personas afectadas.
La muestra recoge obras de 25 profesionales destacados del diseño y la ilustración, así como artistas de otras disciplinas entre los que destacan: Ento Llobell, Didac Ballester, Juan Nava, Ramón Pérez o Benedetta Notarandrea entre otros.
MIARCO patrocina esta exposición junto a Fundació Per Amor a l'Art, Fundación GMP, Casa Montaña y Ofitake.
Nueva Opción lleva más de dos décadas trabajando con las personas afectadas por DCA y sus familias, una labor que el pasado mes de octubre se vio reconocida al recibir la distinción al Mérito por Acciones a favor de la Igualdad y para una Sociedad inclusiva, concedida por la Generalitat Valenciana.
La exposición podrá visitarse en Bombas Gens Centre d’Art desde el 2 de diciembre al 7 de enero de 2022.
SOBRE EL DCA
El Daño Cerebral Adquirido (DCA) se produce como consecuencia de cualquier lesión en el cerebro, sea cual sea su causa, sin ser de origen degenerativo. Comúnmente se conocen algunas de sus causas, como el ictus, el traumatismo craneoencefálico o el tumor cerebral pero se desconocen sus secuelas. Algunas son visibles como las que afectan a la rigidez, la movilidad el habla; pero muchas son invisibles, como las alteraciones de la memoria y del estado de alerta, las dificultades de planificación y para tomar decisiones, la falta de orientación, la impulsividad o la desinhibición. En algunos casos las lesionas llevan al coma o a diferentes estados de vigilia.
El 89% de personas con DCA presenta así algún tipo de discapacidad que condiciona su vida diaria, social y laboral, aunque tengan también déficit de conciencia –no son conscientes de sus nuevas limitaciones -. Al verse perturbada en mayor o menor medida su autonomía, las familias resultan también afectadas. Esta situación sobrevenida llega casi por sorpresa y no discrimina ni por clase social ni por sexo. El DCA marca un antes y un después en la vida de la persona y de su entorno. Tras esquivar la muerte, tienen que aprender a vivir de una manera diferente.
